Cómo cambiar el Filtro de Aire

Filtro de Aire

El filtro de aire de coche afecta el consumo y la vida útil del motor, y usted mismo puede verificar su estado o cambiarlo en pocos minutos. El filtro de aire es el encargado de evitar que entre suciedad en el motor. Su función es importante y si no trabaja adecuadamente la suciedad podrá entrar al motor acelerando su desgaste y aumentando el consumo de combustible.

Es recomendable verificar el estado del filtro de aire cada 6.000 km o 6 meses (siempre se toma lo que ocurra primero), y debe ser reemplazado entre los 12.000 y 18.000 km, dependiendo del modelo de coche y sobre todo del nivel de contaminación del aire.

Pasos para cambiar el filtro de aire:

Primero hay que ubicar el filtro de aire dentro del motor del automóvil que está contenido en un compartimento o caja plástica generalmente negra. En modelos nuevos suele ser rectangular y estar ubicado en los costados del motor, cercano a los faros o las ruedas y generalmente es rectangular. En modelos más antiguos el filtro de aire está situado sobre el motor, en la parte de arriba, y suele tener forma redonda. En ambos casos debe buscarse un compartimento plástico. Una vez ubicada la caja contenedora debemos extraer el filtro de aire que se encuentra dentro. Para ello quitamos la tapa que casi siempre está sujeta por ganchos o clips para poder removerse manualmente, en muy pocos casos la tapa está sujeta con tornillos, en cuyo caso necesitaremos un destornillador para poder retirarlos. Ya retirada la tapa, observamos cómo está ubicado el filtro y lo extraemos.

El filtro de aire está formado por un papel con múltiples pliegues. Para controlar la limpieza del filtro debemos revisar ese papel en busca de polvo, suciedad, insectos, etc. Si las manchas de suciedad cubre gran parte del papel impidiendo el ingreso de aire limpio al motor es hora de cambiar el filtro de aire por uno igual, se pide por la marca y modelo del coche.

Si el filtro aún está en condiciones de usarlo, es conveniente limpiarlo inyectando aire a presión desde una distancia que no dañe el papel en sentido opuesto en el aire atraviesa el papel para ingresar al motor.

Para finalizar tomamos el filtro de aire nuevo o el viejo en condiciones y lo situamos en la caja contenedora en la misma posición en que estaba antes de sacarlo (en general entra solo de una forma), y la tapamos ajustando los tornillos o colocando los ganchos.

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Trucos para que tu coche dure más

 para que tu coche dure más

Para disfrutar de nuestro vehículo durante mucho más tiempo, es imprescindible realizar algunos cuidados básicos de mantenimiento y seguir las recomendaciones del fabricante. Hoy traemos una serie de recomendaciones que te ayudarán a que tu vehículo dure más tiempo y sufra menos averías.

Nunca aparques subiendo la rueda a los bordillos. Cuando actúas así, maltratas ruedas y suspensiones. Con esta práctica, puede pellizcarse el neumático y desgastarse antes, e incluso puede provocar que la geometría de la suspensión pierda sus cotas.

Reducir la velocidad al pasar badenes. Además de poder golpear los bajos o el paragolpes, los amortiguadores sufren y eso afecta a la seguridad y al bolsillo. Con los amortiguadores en mal estado los neumáticos también durarán menos.

No revoluciones el motor si aún está frío; Los coches, al igual que las personas, necesitan calentar antes de hacer un esfuerzo físico. Si tu coche aún no ha cogido la temperatura adecuada, no subas las revoluciones de manera brusca. Por las mañanas cuando arranques el motor, mantenlo al ralentí (nunca aceleres) antes de ponerte en marcha, ya que esto desgasta muy rápido todas las partes mecánicas internas. Así te asegurarás de que el lubricante ha cogido la temperatura adecuada y ha llegado a todas las partes del motor.

No apoyes el pie izquierdo en el embrague es una mala costumbre. El mecanismo actúa (aunque sea muy poco). Las piezas se desgastan y pueden llevar tu coche al taller antes de tiempo. No lo hagas ni cuando esperas parado en un stop o un semáforo, para salir antes.

Realiza un mantenimiento periódico pues es fundamental. Pasa siempre las revisiones estipuladas por el fabricante. No es necesario que acudas a un taller oficial si no quieres. Cambia el aceite cuando te lo indique el fabricante. No te olvides de comprobar con frecuencia el nivel de otros líquidos, como el refrigerante o el de los frenos. Revisa el estado del filtro del aire, lleva los neumáticos con la presión correcta

Lava el coche correctamente. Si no lavas el coche, sobre todo después de un viaje largo, despídete del tono de esa pintura metalizada que tanto te costó elegir. También puedes tener problemas de óxido en los bajos tu automóvil.

Conduce ligero de equipaje. Cuanto más peso lleves en tu coche, más esfuerzo tendrá que hacer el motor (sobre todo si tiene poca potencia). También gastará más amortiguadores y  neumáticos.

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Ahorra dinero en la revisión del coche

revisión del coche

Es muy recomendable que los automóviles tengan un chequeo “médico” anual. Si no se hace un correcto mantenimiento de un coche aumenta las probabilidades de avería en un 20%, lo que aumentará el coste del arreglo en el futuro y condicionará la seguridad del vehículo. Cuanto más se espacien las revisiones, peor será el estado del coche y habrá que cambiar y verificar más cosas. Pero se puede reducir el coste de las revisiones si se siguen estas pautas, con las que el mantenimiento y revisión sean lo más baratos posibles

No hay que esperar a que el coche haga ruidos extraños, eche humo o vibre para cuidarlo. Porque hay vida más allá de llenar el depósito. Si revisas y cambias de forma rutinaria piezas y líquidos, ahorrarás dinero a largo plazo. Tú mismo puedes controlar periódicamente estos elementos del vehículo (en el manual te dirán cómo):

  • Aceite: Conviene verificar su nivel cada tercer depósito de gasolina que se llene. Alargarás la vida del coche.
  • Amortiguadores: Se aconseja realizar revisiones periódicas cada 20.000 kilómetro.
  • Anticongelante: en lugares de bajas temperaturas, revisarlo cada semana.
  • Faros: nunca dejes uno sin reparar. Verifica las bombillas de manera periódica. Ojo al deterioro de los faros.
  • Limpiaparabrisas: revisarlos a menudo y poner otros si están rotos o quebradizos, o una vez al año.
  • Líquido de dirección hidráulica: una vez al mes, mirar su estado y llenarlo cuando el nivel esté bajo.
  • Líquido de frenos: ver cada 30 días y rellenarlo cuando sea preciso.
  • Líquido de limpiaparabrisas: Verificar su nivel al llenar el depósito de gasolina. Agregar agua y un poco de limpiacristales.
  • Líquido de transmisión: conviene revisarlo cada 30 días con el motor encendido, pero no caliente, y el freno de mano puesto.
  • Neumáticos y llantas: Debes llevar los neumáticos con la presión adecuada, que indica en el manual. Y observar las llantas de vez en cuando para detectar grietas, abultamientos o desgastes.

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Cuándo cambiar los amortiguadores al coche

amortiguadores del coche

La suspensión es uno de los elementos fundamentales en la seguridad de un coche, y debe tener la misma consideración en lo que se refiere a revisiones y mantenimiento que los frenos o los neumáticos. Los amortiguadores sólo ofrecen el 100% de su eficacia hasta los 30.000 kilómetros. A partir de ahí, van perdiendo rendimiento poco a poco. Por lo general, conviene sustituirlos cada 60.000 km como mucho.

El amortiguador es un elemento fundamental del sistema de suspensión del coche. Su principal misión es mantener los neumáticos en contacto con la carretera y controlar los movimientos oscilatorios de la carrocería producidos por los elementos elásticos de la suspensión (brazos, muelles o ballestas, barras…), encargados de la absorción de impactos; si bien es cierto que en condiciones normales no es sencillo percibir si están mal o no, pero sí lo notarás si tienes que hacer una frenada de emergencia o esquivar un obstáculo. En estos casos, son determinantes, y por ese motivo es aconsejable cambiarlos al llegar a ese kilometraje aunque no percibas falta de respuesta en una conducción normal y a pesar de que tu mecánico pueda aconsejarte lo contrario. Si los dejamos, unos amortiguadores con más de  100.000 km ya no amortiguan y ‘todo el trabajo’ se lo lleva el propio muelle de la suspensión.

También conviene tener en cuenta que siempre se deben cambiar al mismo tiempo los dos amortiguadores del mismo eje, ya que de lo contrario se vería seriamente afectada la estabilidad del vehículo. Muchas veces, cuando se tiene un golpe de manera asimétrica, el seguro sólo te cambia el lado afectado del vehículo; en ese caso, exige que sustituyan también el otro amortiguador –aunque no te lo cubra el seguro–, ya que esa descompensación afecta negativamente al comportamiento, aumentando el riesgo de accidente.

El desgaste casi imperceptible de estas piezas o el inadecuado mantenimiento de las mismas resultan fatales para la conducción, ya que provocan la pérdida de control del vehículo, aumentando el peligro de siniestros.

Riesgos más comunes de unos amortiguadores desgastados

  • Vibración al volante. Al ser los amortiguadores los responsables de una buena adherencia a la calzada, si están defectuosos, producen un bamboleo constante del volante debido a que las ruedas rebotan constantemente. En estos casos el coche se comporta de manera imprecisa e inestable.
  • Desgaste irregular de los neumáticos y aumento de la distancia de frenado. Los neumáticos sufren mucho por el mal funcionamiento de los amortiguadores, desgastándose de forma irregular y reduciendo su vida útil hasta en un 20%. En una acción de frenado a 100 km/h, la distancia puede aumentar en 3 metros. Y hasta 5 metros con el ABS, debido a que el neumático rebota y salta, perdiendo el contacto con el asfalto
  • Balanceo, deslizamiento lateral y aquaplanning. Las curvas y los virajes bruscos son más peligrosos con los amortiguadores en mal estado por el menor agarre del vehículo. Por lo mismo, aumenta el riesgo de aquaplanning, al tener el coche menor adherencia a la calzada.
  • Errores con el ESP. Si los amortiguadores no están en óptimas condiciones, el coche no funciona correctamente, por lo que el sistema de seguridad malinterpreta las señales que emite el coche.

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